Por fin llegó el último día de clase antes de
Navidades y todos los compañeros nos dimos los regalos de amigo
invisible y nos deseamos prosperas fiestas. Tras salir del colegio
comimos en cualquier lado y fuimos danzando por Murcia de un lado
para otro haciendo ruido y disfrutando de las vacaciones. ¡Hasta
tuvimos un número musical con gaita, gaitero y bailarina incluido!
Fue un día largo que terminó en la plazoleta del museo de la
ciencia. Alejados de todo el bullicio navideño disfrutamos de una
fría noche llena de luz y de ruido en la que nuestras risas
inundaban el ambiente y calentaban nuestros corazones. A las
conversaciones intrascendentales se unían otras más interesantes, y
pese que había gente que iba y venía terminé la noche con las
personas que me importaban de verdad. Incluso el regreso por la Gran
Vía fue anecdótico y no careció de algún que otro contratiempo
originado por los excesos. Pero éramos muy jóvenes y teníamos
muchas ganas de comernos el mundo.
Las festividades fueron en familia como de costumbre.
Por aquel entonces el grupo nos juntábamos para tomar un café y
charlar sobre cómo estaban yendo las fiestas y celebrabámos algún
cumpleaños, pero la nochebuena era para las familias y nadie salía
de casa sino era para volver a la suya propia. Sin embargo la
Nochevieja si era tradición de salir a darlo todo, y esa sería la
primera ocasión que tendríamos para disfrutar de la noche más allá
de las campanadas. Nos vestimos con mayor o menor acierto y fuimos a
un bajo. Fue la típica noche en la que si algo podía salir mal,
salió peor, pero estábamos casi todos juntos en aquel garaje para
celebrar el venidero 2005 y eso nos mantuvo bailando y cantando hasta
que los dueños de la casa decidieron cerrar la noche. Fue entonces
cuando nos tuvimos que encargar de una chica descarriada que no podía
ni ponerse en pie y terminamos en un piso viendo la tele a las 7 de
la mañana. Pero eso tan sólo fue una anécdota más dentro de la
accidentada e irrepetible noche. El 2005 no podía haber empezado
peor, pero tampoco podría haber empezado mejor.